En Europa existe una gran tradición por la pintura, que se preserva en nuestros tiempos, a pesar de las tendencias y modas que muchas veces no incluyen este soporte en grandes encuentros artísticos y bienales. En la República Dominicana este medio de expresión artístico parece tomar un nuevo impulso en manos de jóvenes creadores que trabajan la pintura escenificada al igual que hoy día lo hace la fotografía en el panorama internacional. Estas telas reinterpretadas son el fiel reflejo de la sociedad en que vivimos.
Siguiendo las estrategias de trabajo de los realistas, encontramos las obras del artista catalán Arquer Buigas, cuya exposición individual titulada Un eterno se presenta en Arawak, Arte Contemporáneo. Un creador autodidacta cuya mirada nos remite a lo cotidiano, a su entorno inmediato. Su peculiar visión de la luz y la forma en que introduce el color le permite crear atmósferas que se inspiran del mundo real, y fundamentalmente teniendo a la figura femenina como eje temático de la mayoría de sus obras.
Si bien sus lienzos evidencian una buena ejecución pictórica, destaca fundamentalmente por su maestría en el dibujo al carboncillo y al pastel. Estas dos últimas técnicas requieren de gran precisión y limpieza en los trazos, sobre todo cuando se utiliza la realidad como medio de expresión.
Los espacios íntimos de la mujer -como objeto de representación- recreados por el artista están llenos de energía, y atestiguan la tradición del desnudo en la pintura figurativa española. Sus imágenes nos hablan simultáneamente de espontaneidad y sensualidad. Marcados volúmenes, acompañados de contrastes de luces y sombras deleitan al espectador de momentos de belleza y ternura. Estas imágenes seductoras logradas por Buigas en ámbitos domésticos nos remiten a una especie de instantáneas sacadas de este mundo, en las que se aprecia toda la gracia y el donaire de la mujer, musa de este creador catalán.